martes, 5 de mayo de 2015

Desanillar.

¿Y si nos aprisionamos aqui?, ¿y si dejamos de importar?, ¿y si comienza a llover?

Tengo una Granada en las entrañas. Un sin vacuo momento fugaz de remordimiento, un niño, un presentimiento.

Fotogramas de persiana bajada, una fuga de colores. Luz tras los cristales, tras la gaseosa nube vigilante.

Es una suerte haber vivido un confortable sueño raro, una decepcion edulcorada, un amor en vano.

Todo se quemara en un cuenco, un cuenco de metal, un acto psicomagico, escondere el dedal y olvidare donde. Para encontrarme con el sin querer a la vuelta de su aventura inerte, inmovil, irrelevante.

Cambio, corto...y cambio. Su tabaco gracias.