domingo, 14 de febrero de 2016

La dimension del sol.

Al prrrinsssipo eras asul, como las paredes del bar.

Nos enamoramos en primavera.

Aunque nos conocimos en un frio invierno, o bueno, en un invierno sin mas, cabe decir que el invierno en general es frio. Hemos olvidado el invierno.

Nuestro amor fue un amor de película, rodeados por una plaza acogedora y sórdida, es la energía que perdura entre el ladrillo visto y las cafeterías de esquina.

Me descubriste tabernas, me explicabas conceptos nuevos, ¡Que maravilla!, escucharte hablar sobre arte y sobre comida.

Fue divertido reírnos el uno del otro. Al principio imponías mas.

De las cosas que he aprendido de ti se: que no te gusta la navidad, que eres muy tuya y que tienes tu carácter oye. Un especial talento para respirar...

Hubo un momento en el que pensé conocerte bien y me volviste a sorprender, tramposa, desnudándote y enseñándome un monton de colores, caretas y cachivaches.

Mistico atardecer a ras del suelo.

-¿Y como estas tu desde que paso todo esto?.

Bien. He vuelto al paisaje onírico, descubierto algunos nuevos y re-analizado.
Camino bastante tranquilo y con las riendas bien cogidas, la verdad, estoy mas feliz que nunca, como podría estar un niño.

-¿Y como podría estar un niño?.

Ah pues felis...y tranquilo. Creo que he encontrado una buena combinación.

-¿Combinación para que?.

Para filtrar la luz, ordenar algunas notas y sobre todo para conmigo mismo.

Abrasos-asos.