Al prrrinsssipo eras asul, como las paredes del bar.
Nos enamoramos en primavera.
Aunque nos conocimos en un frio invierno, o bueno, en un invierno sin mas, cabe decir que el invierno en general es frio. Hemos olvidado el invierno.
Nuestro amor fue un amor de película, rodeados por una plaza acogedora y sórdida, es la energía que perdura entre el ladrillo visto y las cafeterías de esquina.
Me descubriste tabernas, me explicabas conceptos nuevos, ¡Que maravilla!, escucharte hablar sobre arte y sobre comida.
Fue divertido reírnos el uno del otro. Al principio imponías mas.
De las cosas que he aprendido de ti se: que no te gusta la navidad, que eres muy tuya y que tienes tu carácter oye. Un especial talento para respirar...
Hubo un momento en el que pensé conocerte bien y me volviste a sorprender, tramposa, desnudándote y enseñándome un monton de colores, caretas y cachivaches.
Mistico atardecer a ras del suelo.
-¿Y como estas tu desde que paso todo esto?.
Bien. He vuelto al paisaje onírico, descubierto algunos nuevos y re-analizado.
Camino bastante tranquilo y con las riendas bien cogidas, la verdad, estoy mas feliz que nunca, como podría estar un niño.
-¿Y como podría estar un niño?.
Ah pues felis...y tranquilo. Creo que he encontrado una buena combinación.
-¿Combinación para que?.
Para filtrar la luz, ordenar algunas notas y sobre todo para conmigo mismo.
Abrasos-asos.