Luchar con Dios: Tercera parte.

La verdad inevidente.


Si nunca deje de pensar que el razonamiento humano era la falla mas notable de la naturaleza, es por esa capacidad arbitraria de elegir lo logico y lo absurdo, lo fundamentado y el sin sentido. El poder ver como algo no va a funcionar dada su in-practicidad y sin embargo, y por supuesto sin avisar, el poder tomar como verdadero algo efimero, ideas que son humo.

Es asombroso ver, que sin el hombre poner esfuerzo en defender ideas exactas, matematicas, sin embargo se ha visto dispuesto a lo largo de los años a defender una verdad no concretada y basada en la mera suposicion como es la interpretacion de la biblia.

Generacion tras generacion, una misma escritura religiosa ha ido evolucionando, incluso dando lugar a otras doctrinas. La gente ha modificado e interpretado a su antojo y conveniencia textos escritos no se sabe con certeza por quien.

Y habiendose dado las diferenciaciones de caracter dogmatico y la inestabilidad de una doctrina religiosa, que fuera de la debilidad de buscar un "seguro espiritual" se ve claramente como un edificio de madera putrida, la masa une fuerzas y defiende tal doctrina.

Me llevo este hecho a buscar, por mera curiosidad, diferentes motivos con los que desenterrar lo cierto y la seguridad de varias religiones, buscando entre sus letras una certeza clara, concisa, que se mostrara evidente ante mis ojos, que me diera la posiblidad de decir "tienen razon". Pero no llego a suceder, de cada pregunta obtenia una respuesta hipotetica, un "puede ser esto".

Es un caso claro de asimilacion del absurdo en contra de la logica, lo llaman fe, pero desde los ojos de un esceptico no es mas que la aceptacion arbitraria de una verdad no revelada. No solo no revelada, si no ademas, no falta de pruebas evidentes de la imposibilidad de una verdad absoluta. Claro ejemplo es el hecho de haber podido generar diferentes versiones de una misma escritura, y la inestabilidad en un si que hacer tambalear a los nervios cuando se dice, y probablemente hasta al propio raciocinio que se ve en una constante duda de ¿porque crees?, ¿porque creo? y ¿porque si?.